Descripción Del Producto
Cuando las fuerzas flaquean y el ánimo se pierde; cuando estás tentado a preguntarte por qué insistir una y otra vez, podés escuchar la voz de Jesús diciendo: «¡No te rindas!, tu vida es tan poderosa como la causa a la que fuiste llamado».
Si nuestra visión está unida a una causa tan alta es suficiente motivación para levantarnos y seguir adelante. La gran tragedia de la vida no es la muerte. Es lo que dejamos morir en nuestro interior mientras estamos vivos.
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